Un robot de seguridad de la más alta tecnología se suicida de forma inexplicable. ¿Es un hecho aislado o Isaac Asimov estaba en lo cierto?...sucedió en Washington D.C. con el robot Knightscope K5, que dista bastante de ser un aspirador. Se trata ni más ni menos que un robot de seguridad y, desafiando a la tercera ley de Asimov, acabó con su vida lanzándose por unas escaleras y aterrizando en una fuente de agua, "falleciendo" a causa del ahogo.