El sistema de voto electrónico Vot.Ar (desarrollado por la empresa MSA y usado en varios distritos en la Argentina y Ecuador) tiene componentes capaces de almacenar el contenido de los votos, y que nunca fueron auditados.
|
etiquetas: voto electrónico , vot.ar , arm , evoto
Son ganas de joder la marrana.
Pero hacer el voto electrónico es una barbaridad que abre la puerta a mil manipulaciones. Con el sistema actual, cualquier ciudadano es un potencial "auditor", en el sentido de que puede quedarse al final de la jornada a verificar que todo se hace bien (y de ahí que haya apoderados que lo hagan). Con el voto electrónico, pasamos a depender de una serie de auditores, que son cuatro gatos que son los únicos capacitados para entender el sistema, y en los que nos debemos fiar, nos guste o no. Por no hablar de que las máquinas se pueden manipular, se puede modificar el sentido del voto, y por supuesto se pierde el anonimato.
Y, total, ¿para qué? ¿Para hacer la cosa un pelín más cómoda? No vale la pena.
Yo me refiero a las máquinas argentinas, que son las que se critican en el artículo del envío.