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Tenemos que hablar de auriculares: uso, volumen y pérdida de audición
Más de 1.000 millones de personas jóvenes de todo el planeta corren el riesgo de perder audición debido a las malas prácticas al escuchar música. El 50% de las personas con una edad comprendida entre los 12 y los 35 años escucha música con un volumen potencialmente perjudicial cuando utiliza un smartphone o un reproductor de MP3. Y el 40% de este mismo grupo de edad está expuesto a niveles de presión sonora dañinos cuando escucha música en discotecas, bares y conciertos. Las cifras que acabamos de exponer no son cosa nuestra. Las ha recabado l
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Especialmente en ambientes extremadamente ruidosos (tren o metro, diría yo):
"Además, algo que nos interesa tener muy presente a los usuarios es que si usamos auriculares en espacios ruidosos, como, por ejemplo, un avión o un tren, nos veremos obligados a incrementar el nivel de presión sonora entre 10 y 13 dB por encima del ruido de fondo para poder disfrutar nuestros contenidos de una forma satisfactoria."
Es imposible escuchar la música, entre el ruido del propio vagón, de la megafonía, de los que viajan en sí y de los que van a tocar música al vagón o los que van de vagón en vagón haciendo ruido. En esas situaciones hay que tener cuidado para no quedarse tan sordos como ellos y quién sabe si terminar actuando igual.
Y tras muchas pruebas de audición, todas perfectas, resulta que lo que tenía era TDAH.
- ¿Tú escuchas mucha música en walkman?
- Si, soy federado en atletismo, entreno una o dos horas al día y ese tiempo lo hago con walkman y auriculares.Escucho emisoras de música porque si no no me llegan las pilas.
Quedamos todos sorprendidos por como caló al compañero al momento solo por la audiometría.
Mi problema es que las células ciliares encargadas de transformar la energía mecánica de las vibraciones en energía eléctrica, lo hacen durante algo más de tiempo de lo que debieran, solapando así las frecuencias. Cuando el nervio auditivo recibe una nueva señal, esta se solapa con la anterior que aún no está extinguida.
Yo no es que "oiga poco", de hecho, soy muy sensible en las frecuencias que oigo bien, pero se me amontonan las frecuencias y cuanto más ruido ambiental, más me cuesta identificar los sonidos. Si voy a un concierto, dependiendo del volumen y el típo de música, las últimas canciones las oigo fatal porque el sonido ya es "una amalgama continua" y realmente soy nulo para la música. Se diferencias notas, tonos, timbres... pero en ocasiones es como un continuo, lo comparo como aquel que mira un cuadro muy detallado pero solo ve una acuarela, en la que se pierden los trazos finos, a la que le falta el detalle.
En la carrera de la que hablo en #5 se pusieron las botas conmigo, porque no es lo mismo hacer prácticas sobre casos sin problemas, que hacerlo sobre alguien en el que hay que ver algunas anomalías. Es curioso eso de que una profesora imparta una clase con el otoscopio metido en tu oido y vaya explicando en una pantalla lo que se ve y que además, te pida ir dos días más para dar la misma clase a alumnos de otros grupos.