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Vehículos autónomos, esquemas de propiedad e implicaciones
En la industria automovilística, obviamente, todo lo que implique pasar a un modelo de mayor eficiencia son malas noticias. Tras décadas explotando un esquema de propiedad individual o familiar, con depreciaciones brutales tras el primer momento de uso, niveles de utilización en el entorno de cifras de un solo dígito e ingresos posteriores basados en un mantenimiento sistemático que, seguramente, se vería muy reducido, la industria del automóvil se enfrenta a una reconversión que la llevará, seguramente, a parecerse al modelo de Tesla de hoy
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En ciudades grandes los más acomodados (y que tengan su plaza de garaje) y aquellos que lo usen muy intensamente, tendrán coche en propiedad. El resto (la gran mayoría) usará el que toque cuando lo necesite llamándolo desde su teléfono, por ejemplo.
En el mundo rural muchos optarán por tenerlo en propiedad (especialmente si el precio no es excesivo) ante la posibilidad (probable) de que no se tenga la disponibilidad de vehículo en cualquier momento.
Como indica el propio artículo, los coches autónomos, por su estructura de propiedad, tendrán un uso mucho más intenso que los vehículos tradicionales, lo que forzará a siga llevando motores de combustión tradicional. Al menos hasta que el vehículo eléctrico termine de desarrollarse.
Por otro lado, el artículo no aborda el impacto que el vehículo autónomo va a tener en sectores como el transporte de mercancías o servicios de reparto, que creo que tb serán muy importantes.