La madrugada del 3 de febrero de 1947 el meteorólogo Gordon Toole salió del barracón que ocupaba en el aeródromo de Snag, una remotísima localidad de Yukón, Canadá. Desde hacía días él y sus colegas soportaban valores gélidos, capaces de congelar en minutos cualquier porción de piel que quedase al descubierto. Aunque sus seis huskies dormían acurrucados, el científico pudo escuchar con total claridad unos ladridos. No habría tenido mayor importancia si no fuera porque los perros en cuestión estaban en el pueblo, a seis kilómetros al norte.
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Chachi
Y tenía una Golden que la primera vez que vio el mar, salió corriendo como una loca hacia el agua, pero como una loca.
6000 m / 300 m/s = 20 segundos.
Un humano igual, pero un huskie lo dudo.
Hay más que personas. Una plaga
www.nationalgeographic.com.es/naturaleza/lobo-gris-superviviente-ultim
Obviamente pasarán calor, como cualquier otro perro, pero no tanto como la gente se imagina.
Hay que tener poca frente....
Eso no quita que haya descerebrados que los tengan a las 3 de la tarde al sol que dan ganas de pisarle la testiculada y desatornillársela a mano.