Miles de tunecinos están desembarcando en la pequeña isla de Lampedusa, Italia, huyendo del país norteafricano, donde el nuevo Gobierno ha perdido el control de las infraestructuras básicas. En los puertos, los pescadores embarcan a cualquiera que esté dispuesto a pagar entre 20.000 y 2.500 euros. Entre los recién llegados se encuentran huidos de las cárceles durante la revuelta y posiblemente terroristas infirltrados. Italia ya ha pedido ayuda a la UE, porque en Túnez ya hay cientos de embarcaciones más dispuestas para poner rumbo a Italia.
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