"Yo veía en la tele a personas que publicaban sus memorias y pensaba que ojalá algún día yo pudiese verme escribiendo las mías en un ordenador. Esa idea me volvía loca", cuenta Josefa Herrada, Pica, como le llaman en Gador, un pueblo de poco más de 3.000 habitantes a pocos kilómetros de Almería. El obstáculo principal era que no sabía leer ni escribir. En 2006, decidió remediarlo.
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PS.- Olé las narices de esta señora. Admirable es poco.
Enhorabuena.
- El mando del aire acondicionado (y no hablo de programarlo, hablo de encenderlo y cambiar la temperatura).
- El microondas (y no uno digital con programas, uno con dos putas rueditas, una para la potencia y la otra para el tiempo).
- El móvil lo lleva solo para que nosotros podamos llamarla y lo único que tiene que hacer es abrirlo y cerrarlo, no utiliza ningún botón.
- Hemos conseguido que utilice la agenda del teléfono inalámbrico con instrucciones del estilo: Apretas una vez aquí y otra aquí para llamar a X, apretas dos veces aquí y otra aquí para llamar a Y. Y aun así se sigue confundiendo.
- Del ordenador mejor ni hablamos.
- ¿Tarjetas de débito/crédito? Mejor pagar con billetes.
- ¿El cajero para sacar los billetes? Mejor esperar en la cola para la caja.
La admiro porque si yo tuviese su capacidad de aprendizaje y su motivación ya me habría tirado de un puente.
#18 eso no es así. El problema es que ellos mismos muchas veces no están interesados. Las personas, conforme nos hacemos mayores, tenemos más manías y, en general, menos ganas de aprender cosas totalmente distintas a lo que ya conocemos.
www.youtube.com/watch?v=GdKQBsekC-M#t=794
Si todo va bien, charlará con gente, le enseñarán cosas muy básicas que va a entender, con suerte se ríe un poco y ya no le parece tan horrible/difícil/desagradable. Si juegas con motivarla sin atosigarla (en el sentido de que sienta presión) puede funcionar. Y si alguien con quien se lleve bien (una hermana, amiga, etc.) se apuntara con ella, ya sería un combo