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Ábalos y lo público como propiedad privada, por Antonio Maestre

Ábalos y lo público como propiedad privada, por Antonio Maestre

"A finales del año 2020 me tomé un café con José Luis Ábalos en el ministerio de Fomento. Me abrió la puerta del despacho Koldo García. El mismo que la cerró quedando fuera. El ministro estaba preocupado por el acoso de la extrema derecha...".

| etiquetas: ábalos , antonio maestre , opinión
  1. Otra tontuna de maestre.
  2. #1 Parece que os escuece bastante que Maestre os enseñe tan claramente a los seres de derechas porque los de izquierda somos superiores moralmente* a vosotros.

    *La superioridad no es moral, también es intelectual, e incluso, si nos ponemos, a nivel de especie.
  3. Abrir la puerta a traidores es muy mala costumbre.
  4. Lástima que no tuviera forma de alertar sobre ese tipo de comportamiento en esos tiempos... ni que fuera periodista o tuviera un altavoz mediático

    A esto se llama reconocer que encubre a este tipo de personajes.
  5. #2 Moralmente superior es aquella persona de izquierdas o de derechas, que no es corrupto. El problema de la derecha es que suele acaparar más cantidad de aprovechados y desvían la atención diciendo lo malo que es cualquier manera de hacer las cosas que no sea la suya. Y no se trata de si las ideas son buenas o malas se trata de si la gente se ciñe a las reglas del juego o se envilece debido a un enriquecimiento ilícito.
  6. #2 Déjame que te cuente una historia corta primero, y una opinión probablemente desacertada después.
    Aquí va la historia: una vez, en uno de los múltiples vuelos que tuve que coger a España debido a que Madre se puso bastante malita (mejoró, afortunadamente), me senté cerca de lo que parecían ser tres compañeros de trabajo. El jefe y un subordinado delante de mi asiento, y otro subordinado a mi derecha, en ventanilla.

    Empezaron a hablar de sus cosas, eran de Valencia e iban a Ámsterdam a no sé qué congreso o feria. En una de estas, antes de despegar y justo antes de que me pusiera cualquier serie que estuviese siguiendo en la tablet, el jefe este, que era calvo, dijo:
    - ¿Berto? ¿El del Nadie sabe nada? Sí, es gracioso. Pero es un rojo, peh (onomatopeya de desaprobación).

    Respondí inmediatamente en voz baja. El compañero que se sentaba a mi lado de seguro lo oyó:
    - Menudo gilipollas

    Aquí acaba la historia y aquí empieza la opinión de cuñado. ¿Moraleja de la historia? El que juzga a cualquier persona únicamente por su orientación política es, en mi única e intransferible opinión, gilipollas. Así que leer eso de "superioridad moral de la izquierda" me da la risa, porque simplificas el discurso de una manera ridícula al nivel de un infovlogger de la vida. Y esto te lo dice un "rojo", en palabras del susodicho individuo.

    Pero vayamos más allá- ¿Por qué la izquierda alardea de dicha superioridad moral -que para lo único que sirve es para dar cuenta de ello, porque no sirve para nada más-? En mi opinión es, ni más ni menos, porque la izquierda verdadera, la pura sangre, la izquierda aria, es la que renuncia al poder teniendo oportunidad de cogerlo. Léase el incidente con Alberto Garzón. Fue este pollo llegar a la consultora esta de Acento Public Affairs y todos "Albertoooooo". ¿Qué se pensaba la gente que pasaría? Pues que con suerte, Garzón metería zarpa en un nido de grillos y con más suerte pillaría un poco de más poder para cambiar cosas desde dentro, joder. Pero no. No se puede trabajar con Pepiño Blanco ni con Alfonso Alonso, por pureza ideológica. Me descojono de los gilipollas que clamaban esto a los cuatro vientos, porque obviamente ignoran lo que España significa y compone.

    ¿Cuántos Pepiños Blancos y Alfonsos Alonso habrá que tragar para que dichos individuos entiendan que la corrupción solo lleva a miseria y enfrentamientos? ¿No habrá que enseñarles otra vía de trabajo? ¿Cómo se quiere cambiar el sistema si no es desde dentro? Porque seamos serios: esta gente no suelta poder ni con aceite hirviendo. Ni el PP ni el PSOE ¿Cómo coño quiere la Verdadera Izquierda (c) cambiar las cosas?

    El problema de la izquierda no es el feminismo, ni el progresismo ni el buenismo. El problema de la izquierda es que o coge poder a través de las más vías más puras, certificadas unánimemente por Sumar, Podemos, Más País y Vecinos Por Torrelodones, o no es izquierda y rechazamos la oportunidad. Y así nos va. PP, PSOE y jefes calvos alternando el poder, mientras que los pringaos nos conformamos con susurrar "Menudo gilipollas" sin hacer absolutamente nada.
  7. #2 vaya empanada que llevas. Empanada superior por supuesto.
  8. #2 y también tenéis más grande la polla, todo el mundo lo sabe xD
  9. #5 Por definición, si eres corrupto dejas de ser de izquierdas. Al contrario que otros, que expulsan a quien denuncia la corrupción.
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menéame