La historia de Yasmin * es un ejemplo. La edad legal para casarse siendo mujer es 16 años. Pero cuando ella tenía ocho, su familia arregló su matrimonio con un hombre de 60, en una apartada localidad de la oriental provincia de Nangarhar. Después de cuatro años de infelicidad, Yasmin huyó con un hombre de su aldea del que estaba enamorada. Los derechos de las mujeres siguen marginados en Afganistán, pero en ningún ámbito esa desigualdad es tan chocante como en el viciado sistema judicial de este país.
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