En la última cena que he compartido con un popurrí de amigos lancé la siguiente pregunta al aire. Y tan ancha. ¿Alguna vez os han comido el culo? Se rieron, pero en muchos de sus rostros sólo pude ver incredulidad, asombro, sorpresa. La típica cara de…”yo eso no lo hago ni de coña, menuda guarrada”. No entiendo de primeras ya esta cerrazón y este privarse porque sí de tan primigenio y primoroso placer. Me suena a poca imaginación, muchos prejuicios y un sexo rutinario en la que el misionero es el pan de cada día. Amen.
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etiquetas: alegato , comer , culo , sexo , reflexión
Mira que hay comida en el plato para ir a por el ojete, casi que antes prefiero una de callos
Lo peor que le puede pasar a un@ es que se quede con algún tropezón en la boca, si el dueño o la propietaria del ano son algo guarretes.
A mi me da igual que una persona le chupe el culo a otra, a lo mejor por eso no es mi deseo que se dediquen a chuparmelo a mí.
Pero lo que de verdad me flipa es lo de criticar a quien no quiere hacer algo o a quien le parece una guarrada. No son prejuícios, son escrúpulos y no es lo mismo.
El placer físico resultante no tiene nada que ver.
#37 Vamos. Que si es lo mismo. Si está limpio uno y otro de disfrutan y si no lo estan ni uno no otro.
Sinceramente, si te pones a comer habiendo mierda, el problema es tuyo
Es la autora la que quiere atribuir cualidades positivas a chupar culos y cualidades negativas a rechazarlo.
Lo que yo digo es más sencillo, que lo único que tiene que reconocer es que le gusta chupar culos, y que probablemente sea por el mismo motivo que hay gente que lo rechaza, y es por que es el agujero de donde brota la mierda.
Hoy: entrepierna a la floreada diana.