2.579.910 euros. Esto es lo que ha costado a las arcas públicas la salida de altos cargos del Gobierno vasco de Juan José Ibarretxe en cesantías. Esta figura laboral cubre el pago de prestaciones a quienes cesan en su puesto de trabajo en función de la categoría y la antigüedad, entre otros conceptos. El subdirector general de Innovación de la SPRI, Juan José Duque, recibió 284.887 euros y el presidente de la Red de Parques Tecnológicos, Julián Sánchez Alegría, se fue con 128.692.
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¿O Pensáis que cuando haya cambio de gobierno los del PSOE-PP no van a ser sustituidos y no van a cobrar 2,5 millones de €uros o más al salir?
Eso son 10.000 € de media como indemnización por despido, así que salvo que el reparto sea 2 millones para 10 o 20 altos cargos y el resto para los 230 no se si la noticia tiene demasiado sentido.
La gente deja sus puestos de trabajo para pasar a estas direcciones, algunos muy bien remunerados y cuando les despiden no es tan sencillo reubicarse, no se si es para escandalizarse salvo algún que otro caso como los 285.000 € o los 128.000 € de esos dos casos.
Y también me parecen de escándalo las pensiones que se otorgan los parlamentarios vascos
todosy los diputados del Congresotodospor estar unos añitos en el escaño mientras que los demás tenemos durante cotizar décadas. ¡Para eso y para subirse el sueldo no tienen problemas en ponerse de acuerdo izquierdas y derechas, nacionalismos y centralismos...El lehendakari Ibarretxe, por ejemplo, ha cobrado menos de 9.000 € tras diez años en el cargo. A menos de 1.000 € por año de indemnización. ¿Es proporcional con la indemnización por despido de cualquier trabajador?
Salvo algún caso muy, muy especial (alguien que lleve 30 años trabajando en un alto cargo en una empresa pública, por ejemplo, y que es cesado), creo que toda la noticia huele a sensacionalismo barato y demagogia de la dura.
Se nos olvida que un político no es un trabajador cuando ocupa un cargo público; es una persona que decide dedicarse por un tiempo a trabajar por la sociedad. Es un acto voluntario y al que se le supone adherido una serie de valores extras que no tiene un trabajador normal y corriente: lealtad a su pueblo y sus leyes, ideales políticos, sacrificio por el bien común, etc, etc (que nadie hace hoy en día).
meneame.net/story/patxi-lopez-rompe-tendencia-pnv-adquiere-81-banderas
A 212 euros por bandera, oiga.
Un poco de realismo, de pragmatismo: los políticos, los gestores de la cosa pública, son trabajadores. Sus accionistas, los propietarios de su "empresa", somos todos nosotros, los contribuyentes, y deberíamos pagar su esfuerzo con un salario digno y unas condiciones de trabajo equiparables -ni mejores ni peores- que a cualquier otro trabajador que se deja ocho, diez o doce horas diarias en su empresa.
Malpagar a los trabajadores o eludir responsabilidades sociales exigibles al empleador no es el camino para poder después exigir un desempeño eficiente de su trabajo a los gestores públicos. Chascarrillo final:
"- ¿Por qué no trabajo? Porque no me pagan."
"- ¿Por qué no pago? Porque no trabajan."
Y así nos va.
#8 Tienes que ser o aspirar a ser político profesional porque sino tu comentario no se entiende. Lamentablemente, opiniones como la tuya (y tan generalizadas últimamente) son las que corrompen el sistema democrático.
Ser político no es una profesión, es una aptitud ante la sociedad. El político tiene que tener su empleo y su profesión; y cuando decida y sea elegido para cargo público, dedicarse a ello. Evidentemente tiene que dejar su empleo y por eso las leyes les ampara ante ello y no pierden su puesto cuando dejan de ser cargo público (excedencia).
Tener un cargo público es transitorio o temporal porque se trata de servir al pueblo durante un periodo. No se trata de una profesión. Eso es síntoma de salud democrática. Desgraciadamente, cada vez vemos a más políticos dando vueltas por la escena pública (de ministro, a concejal, a diputado, a senador, etc) como medio de vida porque no tienen otro sitio donde ir. Son parásitos del sistema que lo corrompen.
¿A los políticos no hay que pagarles por su trabajo, como a unos trabajadores más?
Entonces ya sé quiénes se dedicarán a la política: como dices, dos tipos de gente:
- funcionarios en excedencia, y
- gente de mucha pasta, de familia bien, que pueda permitirse vivir sin trabajar, de las rentas.
¿Es esta la "casta política" que deseas? Funcionarios excedentes, burgueses y nobles... ¿a qué me suena esto? Ah, sí, ahora caigo: a la ilustración. Esto es, clavaíto, clavaíto, el final del siglo XVIII. Sólo los ricos y los desquehacerados podían dedicarse al "noble arte" de la política. Los trabajadores y sus hijos no, esos no. Joder, vaya modelo de democracia más moderno.