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‘Aporofobia’ o el rechazo al pobre

«No es el extranjero sino el pobre el que molesta, el que parece que no puede aportar nada positivo al PIB» NO puede decirse que estos sean casos de xenofobia. Son muestras palpables de aporofobia, de rechazo, aversión, temor y desprecio hacia el pobre, hacia el desamparado que, al menos en apariencia, no puede devolver nada bueno a cambio. Y, por eso, se le excluye de un mundo construido sobre el contrato político, económico o social, de ese mundo del dar y el recibir...........

| etiquetas: aporofobia , pobre , emigrante
  1. Quien tiene el odio dentro, no hace ascos: al pobre, al extranjero, a la mujer,...
    Pero sí, por lo general es al pobre.
    A los jeques o al Carlos Slim de turno todo el mundo les respeta.
  2. #1 El problema es que nadie ha puesto las condiciones para que haya suficiente empleo, que sea digno y que se respeten los derechos de todos los trabajadores, inmigrantes incluidos, de manera que su trabajo no sea dumping porque tenga las mismas condiciones del resto.
    Yo no veo normal cargar todas las culpas sobre el inmigrante, que es el más débil y no tiene culpa de nada. El problema real y de fondo todos sabemos que es el otro.
  3. Normal, el currito mileurista votante de derechas cree sentirse mas cercano a Amancio Ortega que al dueño del kebab de la esquina.
  4. no lo creo, la inmigracion de chinos en varios paises no consita tanto rechazo como por ejemplo la de el negro. los chinos no son precisamente el emporio de la riqueza en cuanto a inmigracion.
  5. Debe de ser lo que se siente cuando estás en un bar con una conversación interesante y viene el décimo en cinco minutos a venderte calcetines.
  6. Alguien sabe si existe un término para definir el rechazo al inculto? Va en serio
  7. #8 Sálvame !
  8. Igual yo soy aporofobo de esos, o igual no me gusta la gente sucia que no tiene un minimo respeto por los demas e ignora las minimas normas sociales y de convivencia. No se vosotros, pero yo no veo el dinero o deudas en la cuenta de los demas al mirarles a la cara.
  9. No confundir con apeirofobia, el miedo irracional al infinito.
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menéame