No estoy segura de poder justificar mis relaciones con hombres casados, pero vale la pena discutir lo que he aprendido de ellas. No sería una discusión entre las esposas y yo, aunque me interesaría escuchar su punto de vista. No, esta charla debería darse entre las esposas y sus maridos, cada año, como cuando llevas el auto familiar a servicio y revisión como la banda de rodamiento de los neumáticos para evitar accidentes.
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etiquetas: divorcio , hombres casados , esposos , esposas
"Antes de encontrarme con un hombre casado, le preguntaba: “¿Por qué estás haciendo esto?”.
[...]
Lo que estos maridos no podían hacer era tener esa charla difícil con sus cónyuges, que los obligaría a enfrentar los problemas que yacen en la raíz del engaño.
Pese a dárselas de Dra. Amor a base de puterío me temo que no ha aprendido absolutamente nada del sexo opuesto.
#5 puterio? Donde ves el puterio que esa me la he perdido
Cínica2. Lo tiene todo la muchachuela.
Cito el parrafo final del artículo.
"Al final, tuve que preguntarme si lo que estos hombres no podían enfrentar era otra cosa totalmente distinta: escuchar por qué sus esposas no querían mantener relaciones sexuales con ellos. Después de todo, es mucho más fácil abrir una cuenta de Tinder."
Si le dan un par de artículos sobre el mismo tema seguro que terminaría siendo una victima
En tu idioma sería: aprendí que eres gilipollas.
Llamar zorra a una mujer por acostarse con hombres no tiene otro calificativo o, al menos, ninguno mejor.
Y para que conste en acta, por si tu contestación parte de un reflejo de "caballero blanco", lo dicho en #9 se aplicaría exactamente igual a un hombre en la misma situación.
Y no, no la culpo a ella, el mayor peso de la culpa es del marido que quiere engañar a su mujer. Pero su parte tampoco es precisamente inocente.
Lo que me parece mal es que un hombre o una mujer contribuyan a la infidelidad ajena, con todo lo que ello llena detrás, y se consideren actores inmaculados. Hay una acción y tiene sus consecuencias, a veces desastrosas.
En este tema como en tantos otros si no hay oferta no hay demanda. Y la ausencia de oferta (y la consiguiente eliminación de la demanda) significaría relaciones mucho más sinceras y abiertas, de cuya falta, fíjate tú, es de lo que se queja al autora del artículo sin caer en su propia ironía extrema.
Y por cierto, si leéis su artículo bien os daréis cuenta de que no trata de justificarse, sino simplemente de explicar las dificultades que sus amantes casados tenían a la hora de afrontar un diálogo sincero sobre la ausencia de sexo, con sus parejas. Creo que además se podría extraer un interesante debate sobre hasta qué punto la tecnología nos aísla comunicativamente hablando, incluso de nuestros seres más cercanos, porque nos ofrece una solución a nuestros problemas, aunque ésta no sea precisamente la solución ideal.
Eres tu el que toma las decisiones, la oferta no tiene la culpa. Si tomas drogas tu eres responsable, no el hecho de que existan.
Si te ofrecen drogas y tu las tomas, quien es culpable el que te ofrece? Si eres adulto y maduro la culpa siempre es tuya.
Plantéate ahora que ellos confiesen a sus mujeres que se acostaban con mujeres que localizaban por Tinder y que él dijera que ellas también tienen la culpa por querer acostarse con él. Sería de lo más ridículo y sólo evidenciaría machismo.
El que accede a engañar a un tercero tiene exactamente tanta culpa como el que lo plantea.
Ahora imagínate a él confensándole a su mujer que buscaba mujeres por Tinder y que lo lamenta pero que ellas, las mujeres de Tinder, también son responsables de su matrimonio, es completamente ridículo.
No seas ridículo, si un hombre que busca acostarse para tener sólo sexo con mujeres descubre que si dice que está casado no se acuestan con él deja de decirlo. No hay nada que ellas puedan hacer ni para mejorar ni para empeorar el matrimonio, ni sabiéndolo ni sin saberlo. Si no sabiéndolo no es culpa de ellas, y sabiéndolo tampoco va a afectar para bien ni mal su matrimonio, es que no tienen ninguna responsabilidad.
Ahí hablas de él. Estás asumiendo una dinámica general de engaño en las relaciones.
Si quieres hablar de ella, sencillamente tiene que decir NO.
Repito, responsabilidad y culpa no son lo mismo.
Si a sabiendas de la situación te da igual tirarte a alguien con pareja te dan igual las relaciones y la gente en general. Si no dices NO estás siendo accesorio de un engaño que de otra manera no podría producirse. Si la costumbre de decir NO se generalizara se conseguirían relaciones más sinceras, ya que nadie podría ocultar la insatisfacción a través de un engaño.
No se como va ahora, pero hace unos años el 95% de los perfiles femeninos de Tinder eran de todo menos descriptivos sobre lo que realmente buscaba cada persona. Eso si no estaban vacíos.
#24 y ni van a evitar que ellos se acuesten con otras
Sin darte cuenta acabas de reconocer la crisis moral de la sociedad actual. "Si no lo hago yo otros lo harán". Entiendo que tu no crees lo que yo de forma sincera, pero porque no te preocupas por la gente que te es desconocida. El caso es que esa falta de empatía es mayoritaria en los tiempos que corren, es lo que la mento.
No hay proyección alguna por mucho que insistas, si nadie accediera a participar en un engaño para el que se necesitan dos nadie podría engañar a nadie de esta manera, porque falta una de las partes. Eso obliga a replantearse las soluciones al primer problema (el que en principio no te afectaba, pero que al final nos afecta a todos como sociedad).
Los únicos que las engañan son sus maridos para los que, curiosamente, no tienes una sola palabra...
#82 Léete el hilo trollaso, que no te lo curras nada últimamente
No sé si te he entendido bien... ¿Quieres decir que como la tecnología ofrece la posibilidad de encontrar a una mujer con la que ponerle los cuernos a la esposa, la tecnología es culpable de la falta de comunicación con la esposa ya que ofrece una "alternativa"? Porque si es eso, no puedo estar más en desacuerdo. Los cuernos siempre han existido, así como la falta de comunicación en los matrimonios. La tecnología sólo ha añadido facilidades para encontrar una persona con la que ponerle los cuernos, pero realmente esa opción ya estaba ahí antes de que existiera Tinder y similares. Y no sé hasta qué punto el problema de la incomunicación depende de las facilidades que existan para encontrar una "solución" alternativa.
La tipa suelta primero eso de que no puede justificar que se enrede con casados.
Y luego se cuelga medallas por hacer de ONG para sostener matrimonios en crisis y ayudar a pobres mariditos que quieren a sus mujeres pero no pueden tener sexo con ellas.
Reitero: cínica al cuadrado.
Pues se iría de putas, para eso siempre hay demanda.
La tecnología es una coartada, no una causa. La tecnología nos pone fácil el evitar el problema de la comunicación, pero nunca es una causa de nuestra incomunicación.
- Cariño, ¿por qué ya no quieres tener sexo conmigo?
- Pues no sé, tu sabrás. Haz lo que quieras.
Y claro, así no hay forma de averiguarlo.