Argelia lanzó ayer un nuevo aviso de su malestar con España con otro boquete migratorio con el que confirma la amenaza de no controlar la ruta marítima clandestina. La llegada de varias pateras a la costa de Almería evidenció la permisividad de Argel, tal como vaticinaron las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cuando el Gobierno incendió las relaciones tras enmendar los vínculos diplomáticos con Marruecos el pasado marzo y cambiar su postura sobre el Sáhara.
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Alguno de los tropocientos asesores del presidente no le podía haber hablado de las consecuencias de tocar los güevos a tus vecinos?
Es más, visto lo visto los últimos días en Marruecos, tratando de impedir que crucen la frontera también se pone en riesgo la vida de las personas. De hecho, mueren...
El problema de la inmigración es tan complejo que no tiene solución. Por un lado están los majaretas que dicen que lo que hay que hacer es abrir las fronteras y dejar que entre todo el mundo, cuando aquí no tenemos ni para bajar el paro del 10%. Luego están los otros majaretas a los que se la suda absolutamente la situación en la que tiene que estar una persona en su país para arriesgar la vida de esa forma y que dicen que hay que hacer lo contrario, cierre total y que allá ellos con su vida.
Ninguna de las posturas demuestra ni un mínimo vestigio de la inteligencia ni de la madurez que se le supone al homo sapiens. La realidad, dura y cruda y a la que ninguno está dispuesto a hacer frente, es que este fenómeno solo es un síntoma de la tremenda desigualdad que hay en el mundo y de como, nosotros, los que vivimos en países ricos de dos coches en la puerta y más móviles que personas en cada casa, nos aprovechamos y podemos permitirnos esos lujos a costa de que en los paises pobres excaven en minas en condiciones infrahumanas para obtener materiales los más baratos posibles, solo por poner un ejemplo.
La realidad, cruda y dura, es que para acabar con el problema es que nosotros debemos renunciar a parte de nuestra riqueza y bienestar para que ellos puedan prosperar en sus países y no necesiten irse. Y a eso nadie, ni los de las fronteras abiertas ni cerradas, quiere enfrentarse y reconocer siquiera.
patera que se coge en avión/barco al mismo punto de salida, desde el derecho internacional