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“Así salí del infierno de una secta después de nueve años”

Estaba estresada en el trabajo y comenzó a interesarse por temas de meditación budista y de reiki. Se apuntó a varios cursos y comenzó a meditar en casa hasta que un amigo le comentó que podía hacerlo de forma grupal. Raquel (nombre ficticio) decidió probar. No sabía entonces que se adentraba en un infierno del que no saldría hasta casi una década después, dejando por el camino a parte de su familia, amistades y unos 60.000 euros que ella fue donando «voluntariamente» a la causa.

| etiquetas: infierno , secta , reiki , españa , sexo , dinero , budista , meditación
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  1. #43 Al podcaster del respeto le echo las psicologa, el queria seguir pero ella decia que nola necesitaba, creo que se llamaba Olga
    No he leido la entrevista.
    youtube.com/watch?v=WrabnkxnNa0
  2. #95 gracias por la aclaración
  3. #10 el símil es absurdo, no entiendo tantos positivos. Algo comparable sería que muchos contratan a preparadores y/o nutricionistas para mantener su salud...

    El problema? Ninguno, es tu dinero y te lo gastas como quieras. Mi consejo es que pruebes otros psicólogos.
  4. #100 venga, cojamos el ejemplo que viene bien a tu argumento y discutamos sobre ello. Evidentemente hay casos puntuales y concretos que requieren esa asistencia, indudablemente. Pero ir al psicologo como rutina igual que uno hace deporte (que es lo que ponia en el comentario al que respondí inicialmente), a parte de caro me parece patologizar la vida.
  5. #74 ya que eres currante te pongo el ejemplo concreto de lo que apuntaba con los 10 años, para saber tu opinión: mi ex estuvo yendo casi 10 años al mismo gabinete donde van sus amigos, con unos 3 o 4 profesionales. Todos sus colegas llevan los mismos 10 años en el mismo lugar, y mi ex me decía que a estas alturas no entendía casi ni porqué iba, porque llegaba, contaba su semana y mayormente chismes de amigos sin prácticamente nada de terapia -como sí decía que había tenido en otras ocasiones- y ya. Cuando decidió irse la psicóloga sacó un melón nuevo, en sus palabras, que abría otras cosas nuevas. A los dos meses ya estaba de nuevo hablando de su día a día (55€/sesión) y el melón aquel olvidado. Al final se fue y ahora sólo le queda preguntarse si pudo haberlo dejado hace 5 años. En contraposición, mi otra amiga con el problema resulto en un mes y siendo la psicóloga la que le dijo "ya estás lista".
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