Mientras en otros países convierten las iglesias en bibliotecas, en un pueblo de Madrid bendicen los vehículos de recogida de basura (todo ello supervisado por vicepresidente de la Comunidad de Madrid).
Lo normal , país aconfesional sobre el papel, pero lleno de simbología religiosa, con la clase política acudiendo en primera fila a todo tipo de celebraciones religiosas, concediendo a la iglesia unos privilegios increíbles y exenciones de impuestos vergonzosas. En este país de pandereta, si la iglesia, Rouco Varela antes y ahora Ricardo Blázquez, dicen salta, casi todos los políticos, salvo excepciones, saltan. Nos venden que todo ha cambiado, pero seguimos igual.
EDIT: Lo he cambiado a la categoría de OCIO (por lo de humor)