El viernes pasado [7/12], Bitcoin Central, el exchange de Bitcoin con sede en Francia, anunció lo que ya ha sido aclamado como un gran paso adelante para la criptomoneda: la obtención de una licencia para cumplir con muchas de las funciones de un banco. Muy pronto, una cuenta de Bitcoin Central contará con todas las características básicas de una cuenta bancaria europea, empezando por su propio Número Internacional de Cuenta Bancaria (IBAN), con el cual cualquiera podrá enviar dinero a la misma por transferencia bancaria.
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Por eso esta noticia me ha parecido tan relevante: si no hay necesidad de que existan "bancos Bitcoin", sino que la red P2P se encarga de validar todas las transacciones, que Bitcoin Central (que no deja de ser una empresa) empiece a operar de forma similar a un banco ¿es una buena noticia, o más bien todo lo contrario?...
El tema comienza a ponerse interesante, especialmente a raíz de que el BCE emitiese un informe considerando a Bitcoin algo digno de vigilar (por ellos mismos y otros Bancos Centrales): www.meneame.net/story/banco-central-europeo-esquemas-moneda-virtual-pd
El coste de generar nuevos Bitcoins crece exponencialmente con la aparición de cada nuevo Bitcoin, por lo cual, sólo con las comunidades bitcoin (que unen sus CPUs y GPUs para realizar la ingente cantidad de cálculos necesaria) se puede generar nuevo dinero en la práctica. O bien, una empresa que saque algún beneficio y con ello financie una capacidad de proceso cada vez más exigente, quizás a través de comisiones. Pero, existiendo las comunidades, ¿para qué encargar esta tarea a los "Bancos Bitcoin"?
Esta noticia solo da una información de un paso empresarial para unir/facilitar el paso entre dos mundos: el bancario y vetusto, con bitcoin.
Por eso no me importaría que los Bancos Centrales "vigilasen" Bitcoin, e incluso obligasen a que las identidades de los que lo usen fuesen verificables. Lo que sí me importaría es que estableciesen tasas a las transacciones (al pueblo "llano" me refiero, al menos en el uso habitual dentro de unos límites) o que intentasen controlar la producción de dinero o variar artificialmente el tipo de cambio, por ejemplo.
A diferencia del dinero "físico", que sí pasa de mano en mano sin control ninguno, el dinero virtual no se puede esconder.
Y el hecho de que sea Open Source, le da aún más seguridad: puedes estar seguro de que el programa que te descargas (y si no te fias, te lo compilas tú mismo) está comprobado por la comunidad que no va a hacer "nada raro" con tu dinero. ¿Podemos decir lo mismo de los bancos electrónicos? Aunque llevo años usándolos, siempre me quedará esa duda...