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El botón del llanto patrio

No puedo parar de pensar en que cuando nos dicen “llorad, pues es tiempo de hacerlo”, nosotros lloramos al unísono, con justa obediencia. Que hasta eso está programado. Entiéndanme bien: Cómo no llorar tan gigantesca tragedia; no va por ahí mi reflexión. Más bien tengo el foco puesto en esos dramas que no consiguen semejante respuesta colectiva porque nadie parece abrir las compuertas del lacrimal que coordina a la nación.

| etiquetas: accidente , tren , santiago , artículo opinión
  1. Ya que hablamos de ello, en este país de media mueren diariamente algo más de 1.000 personas por todas las causas, unas 380.000 al año. Pero esas muertes se producen una a una, no son inesperadas, no se producen en lugares públicos, nadie las graba en video, no hay estruendo de metal roto, gritos, cristales volando, humo y sangre, no se produce ninguna operación de emergencia para salvar a decenas o cientos de heridos.

    En otras palabras, no son espectaculares.

    Y dice mucho que la primera reacción de este hombre haya sido conspiranoica, pensar que "alguien" nos manipula, que nos programan, que obedecemos... y también que solo haya pensado en España, como si lo mismo no ocurriera en todas partes ("las compuertas del lagrimal que coordina a la nación"). Pero dice mucho sobre él, no sobre nosotros. Sobre nosotros solo dice que somos Homo Sapiens como todos los demás.
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