Fue una huelga, de marzo de 2016 a octubre de 2017,en el marco de la firma del quinto convenio colectivo del sector. Y la ganaron. Junto al sindicato Eusko Langileen Alkartasuna (ELA), las trabajadoras consiguieron lo exigido: salario mínimo de 1.200 euros, cobertura de bajas del 100%, actualización de los pluses de fin de semana y reducción progresiva de horas hasta 2020. El camino, como ellas suelen referirse a ese periodo de más de un año -repetimos: 378 días en huelga-, ha sido duro.
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PD - Me jode que la chiflada de Irantzu Valera tenga que sacar tajada de todo...
Solidaridad entendida como ver la situación del otro como si fuera la de uno mismo, como perteneciente a una misma clase con los mismos problemas y soluciones.
egotuussum.com/2015/05/20/huelga-general-indefinida-sin-salir-de-casa/
Ya, yaaa, tengo una idea donde todo eso ya se da por sentado, pero la clave para llegar a Puerto se llama caja de resistencia, en mi humilde opinión.
Todo mi respeto y admiración.
“Los gestores suelen ser hombres pero las piezas que ponen en esos centros son femeninas. Esas figuras femeninas, en lugar de ponerse en el lugar de nosotras, de las mujeres que somos la mayoría de empleadas, les hace el trabajo a esos hombres que están arriba.
Más que mujeres que se ponen a favor de hombres traicionando a otras mujeres, veo a trabajadores que se ponen a favor de los dueños olvidando su posición de currela.
Si este trabajo lo hicieran mayoritariamente hombres, cobrarían el triple y se les consideraría héroes”
Sí, bueno, como los peones de carreteras o forestales, que cobran un pastizal y son admirados por todos los niños, que se debaten entre ser futbolistas, toreros o peones de mierda. Va a ser que no. Ahí peca de victimismo, confunde las causas de su precariedad, culpa únicamente al machismo e identifica erróneamente al hombre proletario como un privilegiado. Vaya, la unidad de clase ha quedado tocada gracias a la propaganda de A3M.
Hemos compartido mucho tiempo juntas y ahí se ven cosas como compañeras que vienen y dicen ‘no, no he dejado comida preparada, que se la prepare el marido, o el hijo o la hija’
Me alegro de que estén dejando atrás la cultura machista, ojalá no caigan en el nuevo sexismo.
en febrero de 2018 la Hacienda vizcaína considera ahora los cobros de la caja recibidos por las trabajadoras como rentas del trabajo sujetas a retención fiscal.
Curioso. Será porque ese dinero viene de cuotas desgravadas, y han de gravarse de nuevo para evitar la presunta evasión fiscal. Es obvio que esto no es un método para evadir impuestos, debería eximirse el pago en estos casos.