Después de 98 días de confinamiento, el Fichero de Inquilinos Morosos ha constatado que las incidencias de impago comunicadas por los arrendadores a sus arrendatarios se dispararon un 380%. Todas esas incidencias recogen las comunicaciones de falta de pago y las notificaciones de los arrendadores que no han recibido las rentas de su alquiler en el plazo establecido para su cobro, durante los últimos seis meses.
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Lo que no es de recibo es que el estado de alarma y la ley en general den amparo a los caraduras (que los hay) o que la asistencia social necesaria se haga a costa de un propietario.
Un inquilino que esté contento y sea formal cuida del piso, paga puntualmente y avisa cuando se va. No tiene sentido querer ganar X dinero con un inmueble de cualquier manera.