Hace muy poco en la sección "nótame" pude leer los comentarios de un usuario sobre unos abusos sexuales que se habían cometido sobre un familiar. No falto de razón criticaba las formas, y aún peor, las cuestiones sobre las que el juez hacía hincapié. Inmediatamente me vino a la memoria el texto que os facilito en esta publicación y aunque es de 1989 por desgracia sigue siendo muy necesario.
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etiquetas: abusos , violacion , víctima , justicia
De hecho, no hace falta ni juez ni jurado. Metes una tarjeta con la denuncia en la ranura y ya te sale la condena
Al menos ahora las juezas y los jueces parece que, al menos en las sentencias mediáticas, ya no recurren a expresiones como "mujer de vida licenciosa" para culparlas a ellas de ser violadas.
Seguimos avanzando a pesar de todo.
"(...) separada de su marido y sin domicilio fijo que,bajo la influencia de bebidas alcohólicas que no le mermaban su inteligencia y voluntad, (...)"
"(...)descartando por supuesto, que la misma, aunque bajo la influencia de bebidas alcohólicas, estuviese privada en todo o en parte de razón o de sentido y siendo aquellas circunstancias las de ser una chica casada, aunque separada y por ello con experiencia sexual, que mantiene una vida licenciosa y desordenada como revela el carecer de domicilio fijo encontrándose sola en una discoteca a altas horas de la madrugada después de haber ingerido bebidas alcohólicas (...)"
"(...)Consecuentemente, EL FALLO absuelve a los procesados del delito de violación, declarando de oficio las costas procesales causadas."
"(....)Bien es verdad que, en el supuesto examinado y en un primer momento, los procesados negaron incluso la existencia del yacimiento, para rectificar y admitirlo -eso sí, sin uso de fuerza o intimidación- en función de la intervención de la Guardia Civil de Tráfico que había denunciado la infracción reglamentaria, al circular los tres en la parte delantera del vehículo. Añádase que María D. fue abandonada por ambos sujetos después del yacimiento en una zona boscosa (...)"
En resumen, había dos tipos de mujeres, las decentes que había que respetar y las “licenciosas” que estaban a disposición del público.
Son mis recuerdos de cuando tenia 12 o 13. Quizás son exagerados, pero es lo que recuerdo con mucha vergüenza.