Según la ordenanza municipal, los ciclistas no deben circular por la acera ni por el lado derecho del carril: tienen que ir por el centro de la calzada. Y obedecer las señales de tráfico como el resto de vehículos. Pero para bajar de las musas al teatro hay que vencer el miedo a los coches. Y ese trago lo han pasado esta mañana un grupo de concejales del Partido Socialista que, acompañados por tres miembros del movimiento ciudadano En bici por Madrid, ha hecho un recorrido por las calles de la ciudad.
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Si anteponemos nuestros "derechos" probablemente salgan mal parados los ciclistas, los motoristas y los automovilistas.
He de decir que, al menos en Zaragoza, la gran mayoría de los coches y demás vehículos son muy respetuosos con las bicis, con excepciones contadas (ayer uno a poco provoca un accidente por adelantarme en un cambio de rasante con línea continua). Conforme los ciclistas vamos perdiendo el miedo a la calzada, los conductores se van acostumbrando a vernos (y "buscarnos").