La ciencia de las velas

A empujones, sin silencio,

estremecidos en cuerdas

que sólo vibran a golpes, 

que sólo a golpes recuerdan

la cuna de sus acordes

y la patria de sus penas,

también llegaremos tarde

a la ciencia de las velas,

y exigiendo algún recuerdo, 

y buscando dejar huellas

en la piedra o la memoria

con que nuestros pies tropiezan

olvidaremos de nuevo

que el sentido de los cirios

es la luz, y no la cera.

Pregúntale tú a la esfinge. Feindesland. 2004