La mañana que Begoña recibió la noticia, la librería vivía el ajetreo propio de las compras de Navidad. El mensajero le dejó un manojo de cartas pero Begoña tenía que atender a algunos clientes antes de ponerse con ellas. Cuando lo hizo, descubrió que el burofax que le había remitido Kutxabank era un ultimátum. El banco, propietario de la lonja, le daba poco menos de tres meses para abandonarla y dejarla "limpia y expedita". Limpia y expedita serían dos palabras que se le quedarían grabadas para siempre a Begoña.
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Está todo documentado en el último párrafo.
Por otra parte los bancos siempre ayudando a los emprendedores da gusto, debieron pensar mejor que cierres ahora no sea que palmes un monton de pasta si continuas
Persona con libreria con renta antigua le suben el alquiler. Amazon, los algoritmos y demas tonterias son historias que se inventan el periodista para rellenar palabras de su articulo, demostrando que sabe muy poco de tecnologia