Suelo pensar que este virus como un terremoto, una erupción, un tsunami, un tornado o una avalancha, va a hacer y deshacer con nosotros, se desvanecerá como un suceso natural y nuestra civilización sólo podrá sentarse a ver, secarse las lágrimas, recoger los escombros y continuar viviendo. Todavía somos una pluma empujada al vaivén de las corrientes de aire.
Pero el Gobierno de España indica: 247.486
¿A que se debe esa diferencia de unos 50.000?