El atún rojo del Pacífico debía ser golpeado con un paro cardíaco cada vez que se sumerge profundamente . Aunque sus cuerpos permanecen calientes, sus corazones reciben la sangre directamente de las branquias, que tienen una temperatura similar a la del agua circundante. Este cambio rápido de temperatura pararía los corazones de la mayoría de otros animales, incluyendo los seres humanos. Ahora los científicos han descubierto la manera en que sobreviven estos peces.
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etiquetas: tún rojo , paro cardíaco , agua fría
Además, el verbo "evitar" conlleva una carga de intencionalidad que, en mi opinión, humaniza en exceso al atún. En todo caso, es el organismo del atún rojo el que "evita" el paro cardíaco, pero habría quedado mucho mejor (aunque menos espectacular) escribir algo así como "Por qué el atún rojo no sufre un paro cardíaco en el agua fría".
Pero da igual. El lenguaje, es decir, el pensamiento, se funde poco a poco, como los glaciares. La razón es algo demasiado frío y paraliza los corazones. Tal vez sea mejor sumergirse en un cálido charco de emociones.
¿Atunes? Por todas partes.
Flipa.
Atunes? Por todas partes.