El hombre antes de saberse un mendigo de verdad, empieza soñando con una vida feliz, con casa e hijos y una esposa. Primero pasa un tiempo mendigando, solicitando un trabajo. Después de un año, se tiene que marchar del país porque está cansado ya de mendigar un puesto para lo que se ha preparado toda la vida. No todos los mendigos que vemos por las calles españolas son españoles. En realidad todos los mendigos son iguales. Es como si todos perteneciesen a un mismo país de miserias.
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Según ella todos tenían un patrón como detonante: una profunda depresión. Normalmente les ocurre algo en la vida que no saben gestionar y caen en las drogas para evadirse.
Two ways. Gradually, then suddenly.”
― Ernest Hemingway, The Sun Also Rises
Si eso no te funciona, estás jodido, no vas a encontrar mas ayuda si alguien ee tu entorno no te ayuda y mucho, mucho tiempo, energía, y recursos económicos.
Mi novia tiene vocación pero una y otra vez acaba chocándose con la realidad. Por mucho que los ayudes o pidan ayuda en una o dos semanas acaban otra vez en la calle. Y cuando se les da una ayuda económica de emergencia o tienen derecho a algún subsidio les dura dos días y están otra vez mendigando. Muy pocas historias con final feliz se ha encontrado. A pesar de ello ella siempre cree que los va a conseguir salvar.
Es curioso el instinto de supervivencia del ser humano, porque cualquiera preferiría morirse antes que acabar viviendo así, pero los mendigos viven en estas condiciones durante décadas.
La mayoría son víctimas pero también hay mucho cabrón. No se si las duras condiciones los acaban convirtiendo en seres faltos de moral como los mendigos de la película Viridiana.
Muchos hasta se roban entre ellos. Conozco a uno al que a veces ayudo, que necesita muletas, y se las roban otros mendigos cada dos por tres. Por sacarse dos o tres euros.
Muy triste, pero también hay muchas buenas personas que simplemente han tenido mala suerte o han tomado decisiones incorrectas.
Mucho ánimo y fuerza y aprovecha ese apoyo que es lo más valioso.
Se puede decir más alto pero no más claro.
Mi experiencia resulta en que no es buena idea jugar a ser integrador social en tu hogar, por mucho espacio que tengas en la okupa. La mendicidad es un problema más serio que el simple hecho de no tener techo.
Paradójicamente, donde mejor les he visto ha sido en centros sociales sin vivienda. El hecho de tener un entorno más o menos afín en el que se pueda sentir un poco integrado es una buena ayuda. Aunque claro, esto no solo ocurre con los mendigos, sirve para todo el mundo.
Por eso deberíamos exigir que el estado del bienestar no permita que haya nadie durmiendo en la calle, nadie buscando en la basura comida. Si no lo hacemos por empatia, al menos por egoísmo, porque es más fácil que terminemos así que como Amancio.
Y he conocido a unos cuantos con problemas de drogas... aquellos sin apoyo familiar o de amigos lo tienen muy crudo.
Por favor, no desaproveches todo lo que te pueden ofrecer los tuyos.
Años más tarde su família lo encontró y lo llevaron de vuelta a casa
Yo tuve una experiencia hará diez años, durante la crisis. Teníamos en mi calle un gorrilla marroquí y se llevaba bien con la gente y se ganaba la vida trampeando lo de la zona azul y haciendo recados. Por lo visto tenía vivienda con otros paisanos suyos. Por aquí se comportaba bien pero se ve que con los suyos debía tener sus roces porque un día apareció con varios dientes de menos y una citación para juicio.
Yo no le tenía muy controlado pero un día descubrí que estaba durmiendo en la calle y eran días de lluvia. Hablé con él y me dijo que andaba buscando sitio pero que tenía algo ya a la vista. Para que no estuviera en la calle le ofrecí un piso vacío, pendiente de reformar. Joder, me dijo que solo unos días y después no había forma de que se fuera. Tardó dos meses en irse y me dejó un pufo de electricidad de mucho cuidado. Eso me pasa por hacer favores.
En el intercambiador de Moncloa todas las tardes se pone un señor mayor, de pelo blanco y sólo llevando una bolsa, en el mismo banco siempre, que a veces se pone a hablar para sí y que alguna vez ha sido atendido por el Samur social. Alguna vez le ha dado comida gente que pasa por ahí, yo incluido, aparte de saludarle -nunca le he visto pedir dinero-, y da pena y asco que nadie ayude a gente así porque dudo que duerma bajo techo.
Si vas mucho en Metro no se tarda en ver quién necesita ayuda y quien ha convertido a eso casi en un trabajo debido a la manera en la que piden.
#35 Pues mira, sí. Ya tengo vistos varios puentes debajo de los cuales vivir, ya que el hotel cajero pinta mal al estar renovándolos, y si no siempre queda el aeropuerto o la vuelta a España viviendo de mendigar.