Una conductora de Lyft se dio a la fuga con un cuadro del pintor barroco español Bartolomé Esteban Murillo cuando el galerista que lo transportaba se bajó del vehículo en su destino en Miami. Después de un largo día montando una exposición, el galerista Ricardo Salomon decidió pedir un Lyft para el hotel Westover Arms donde el comprador inspeccionaría el cuadro antes de comprarlo. La obra es un pequeño óleo de una virgen con niño, valorado entre 500.000 y 1.000.000 de dólares.
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Lo lógico y normal es asegurarlo y que lo traslade una empresa especializada en esas cosas (a lo que seguramente te obligue la aseguradora).
De nada.
"¡Que tio! ¡Vaya pelotas!
Si parecen angelotes de esos que hinchan los carrillos en los cuadros de Murillo."
1- Vaya con el galerista que decide llevar en taxi algo que va a vender a entre 500 mil y 1 millon de $, nada sospechoso eso, o muy idiota.
2- ¿Como sabe una conductora de taxi que lo que lleva el tipo es una pintura tan valiosa, es que el galerista es tan idiota como pensaba y se pasó el viaje hablando de la valiosa pintura que estaba a punto de vender?.
Osea, tu razonamiento nos lleva a que es un robo del propio galerista.
- Es un Murillo.
- Ah. Qué chulo el cuadro de ese murillo
Es como si mañana me encuentro yo un kilo de cocaina... No sé qué cojones haría con él salvo tirarlo por el váter, la verdad.
violadorladrón