Durante décadas se ha asumido que inmediatamente después de un infarto se producía una reacción inflamatoria (caracterizada por un incremento del contenido de agua y células) en el tejido infartado y que ésta permanecía estable durante al menos una semana con una posterior desaparición progresiva. Ahora, se ha demostrado que el corazón humano responde con dos reacciones edematosas muy bien diferenciadas y separadas en el tiempo, según los responsables de esta investigación, que previamente hicieron sus hallazgos en modelos experimentales.
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La noticia es muy interesante porque abre la puerta a usar inmunomoduladores para controlar esa fase tardía del edema (relacionada con la reperfusión: recuperar el "riego" en una zona dañada por la isquemia produce a corto plazo aún más daño por stress oxidativo, el tejido dañado y sus mitocondrias no "manejan" adecuadamente el oxígeno que les llega y se forman radicales libres), ya se está investigando en otras patologías como las hemorragias subaracnoideas ("derrames cerebrales") y en modelos murinos inhibiendo citoquinas e interleucinas ("mensajeros" entre células), IL6 e IL21 por ejemplo.
#2 el que unos reaccionen bien y otros no salgan tiene mucho que ver con la carga que cada uno ha ido acumulando a su espalda durante su vida, no es lo mismo las lesiones que producen en las coronarias la diabetes que el tabaco por ejemplo, ni es lo mismo respecto al tipo de "secuelas" la oclusión trombótica de una arteria coronaria como la descendente anterior que la coronaria derecha. En cierta medida, salvo la mala suerte genética, nos vamos haciendo nuestra enfermedad a medida. Queda mucho por investigar, queda aún más para hacer consciente a la gente de lo fundamental que es la prevención.
Por cierto, el túnel blanco son las luces del techo o torre del box.
Para mí ha sido como un reset y he cambiado mi dieta, ya he perdido diez kilos y me encuentro incluso mejor que antes, aunque con miedos lógicos y un porrón de pastillas, estoy contento. Me he salvado. Y sigo luchando.
Es mi humilde opinión, hablo desde la ignorancia.
Ahora piensa en la Resonancia magnética nuclear del artículo, disponible en cualquier hospital de 2° o 3er nivel, que lo que hace es cambiar de golpe el spin (el "giro") de todos los nucleos de hidrógeno de tu cuerpo (somos agua, H2O, en gran porcentaje) con potentísimos imanes, dirigiéndolos hacia el mismo punto y detectar la liberación de energía al retornar a su posición.
A mí me sigue pareciendo de ciencia ficción, de Star Trek, las imágenes en algunas secuencias son impresionantes, y eso estando acostumbrado a su uso e interpretación.
El asunto no es que no se hayan dado cuenta, es que de lo que trata el artículo es un detalle fisiopatológico (del "mecanismo" del infarto) en un momento evolutivo muy concreto, ya conocido en otras enfermedades y que no se había demostrado aún en el infarto (que no quiere decir que no se sospechara), es interesante por las implicaciones terapéuticas que podría traer, pero no es un error imperdonable el no haberlo demostrado hasta ahora, la Ciencia se construye pasito a paso y en Medicina se intenta ir sobre seguro, ya que aunque no sea una ciencia exacta los cimientos sobre los que asienta son cada día más sólidos y la base de conocimiento es absolutamente inabarcable en el tiempo de vida de un humano. A fin de cuentas tampoco las ciencias "fundamentales" #3 acaban de lograr una "teoría del todo" ni tan siquiera explicar un modelo subatómico sin fisuras, así que el resto de ciencias, que beben de ellas, no puede aspirar al conocimiento absoluto.