Silvia Intxaurrondo, muy querida y, además, admirada compañera en este oficio de tinieblas. Desde los 19 años supe que estabas llamada a ser una de las grandes. Desde entonces no has dejado de crecer, practicando un periodismo de muchísimos quilates. Ya lo demostraste poniendo las peras al cuarto a Díaz Ayuso en el canal de la autonomía que dirige. Eso te costó el puesto. Ayer volviste a hacerlo, retratando como mentiroso a Feijóo, que pronto podría ordenar que te den boleto. Lo sabías y no te arrugaste. Olé.
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Pero es que además, en realidad, no es un artículo. Es una denuncia como la copa de un pino, diciendo al final algo que es extremadamente revelador. Que en este país no hay verdaderos periodistas porque para serlo tienes que tener los cojones o, en este caso, los ovarios de Silvia Intxaurrondo, porque sabes que o eres servil o te quedas sin puesto de trabajo.
Sorprende toda la caverna de sinvergüenzas acostumbrados a la mentira mintiendo como no sobre si en otros países no se hace tal cosa como si poner en su lugar a un mentiroso fuera un acto anormal o reprochable. Jamás vi a un caradura de mayor envergadura.
Increible que haya habido que esperar a 2023 para que a un candidato a la presidencia que miente se le.haya dicho alto y claro que miente y si lo sabe es un mentiroso y si no lo sabe es un incompetente y no debe dirigir un país.
No. No puede existir debate ni defensa de ideas si no se parte de una información veraz. Un debate no sirve para nada si los candidatos pueden inventar la realidad.
Queremos la verdad.
Y la queremos siempre, a cualquier coste.
La verdad es tremendamente necesaria porque contribuye a que tomemos decisiones acertadas.
Personalmente yo no veo a esa gran periodista que todos señalan, lo lamento, sólo vi a alguien con ganas de increpar. Para Feijóo también tengo, es nula la simpatía que le guardo, pero ahora estamos hablando de ella.
Hacer periodismo es informar y si ella tenía el dato no debería habérselo guardado, se habría coronado si hubiera añadido todos los matices necesarios que de verdad habrían informado a los espectadores: "Señor Feijóo, eso que dice es incorrecto. Ustedes subieron las pensiones, pero no lo hicieron de acuerdo al IPC, esos años los pensionistas perdieron poder adquisitivo" Y no solamente habría quedado como alguien con voluntad de informar más que de increpar, sino que habría dejado sin posibilidad de replica al anacoluto de Feijóo. Al final estos pequeños detalles son los que nos definen y los que diferencian nuestra voluntad real de la voluntad que queremos aparentar.
Alsina, a Pedro Sánchez: «¿Por qué nos ha mentido tanto a los españoles?
www.youtube.com/watch?v=sCgclFY1xDs
El problema es que se lo hagan al PP, entonces se ataca a la periodista y al medio de comunicación, porque al parecer es ofensivo que a Feijóo le rectifiquen mentiras que lleva contando semanas.
Es otra diferencia, bastante triste, entre la derecha y "la izquierda". La derecha sabe que no tiene que joder a los suyos con preguntas incómodas o haciéndoles quedar en evidencia, por muy equivocados que puedan estar. En "la izquierda" todavía hay muchos que tienen que aprender esa lección, y muchos otros que directamente son lobos con piel de cordero y que de izquierdas no tienen un pelo por mucha peluca que lleven.
Y edito para añadir que esto puede tener sentido cuando hablamos de corrientes que aunque sean de izquierdas son totalmente opuestas, como pueda ser por ejemplo el anarquismo y el tipo de comunismo que pregonan el PCPE, el KKE y similares, adorador de Stalin y demás mierdas... Pero es que algunos lo practican incluso contra sus propios congéneres ideológicos.
La negrita está para respetar el contenido original (si es que tiene negrita) no para usarlo para destacar lo que le parece a uno.
Entiendo tu razonamiento pero no lo comparto.
De verdad creo que ese es un comentario que saldría con naturalidad en una conversación en la que se quiere buscar la verdad.
Un político mentiroso debería de ser inhabilitado. Es más para mí eso es un delito de sedición.
Si encima ponen en cuestión, sin pruebas, instituciones del Estado como pueda ser el sistema de voto o empresas públicas como correos deberían de ser juzgados por alta traición.
Y como sé que los jueces en este país son corruptos y reaccionarios debería de ser un juicio con jurado y sin posibilidad de apelación al tribunal Supremo.
También me vale que se investigue las irregulares concesiones del gobierno de Aznar de los canales Cuatro y la Sexta, que se anulen las concesiones actuales y se vuelvan a licitar.
Me tiene embelesado.