(C&P): ETA rompió por completo las vidas de Lucía Nieves Valverde, Mari Carmen Armiñana, Conchi López y Victoria Castro. Sus maridos sobrevivieron a sendos atentados de la banda terrorista, pero las secuelas nunca desaparecieron del todo. Ellas se convirtieron en enfermeras y psicólogas de la noche a la mañana. «Solas, sin ayuda», sacaron fuerzas de flaqueza para hacer frente a situaciones inimaginables que todavía hoy en día se repiten.
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