El personaje más importante de Manuel Vázquez no fue Anacleto, las hermanas Gilda o la abuelita Paz. Fue su propia leyenda. Vázquez dedicó toda su vida, tanto fuera como dentro de las viñetas, a construir su propio personaje, a definir al perfecto estafador que seguía sólo sus propias normas. el icono de Vázquez despegó en el número 27 de la revista Din dan (1968-1975), en el que se publicó la primera entrega de su nueva serie, Los cuentos de tío Vázquez (1968-1988). No era la primera vez que este se dibujaba a sí mismo.
|
etiquetas: vázquez , tebeos , editorial bruguera
m.filmaffinity.com/es/movie.php?id=152311
Me parece que era para ti #2
Por lo demás, tienes toda la razón.
¿Cuándo hablaremos de poesía?
youtu.be/XRHxmb3qg0Q #10 #2
En cambio Vázquez es más complicado, sus historietas a veces tienen más de una lectura, y de mayor es fácil identificarse con él, lees sus historietas de Vázquez el personaje y entiendes sus motivos, incluso puedes empatizar con él. Es un personaje mucho más adulto, más difícil de entender al principio (o en la infancia), pero más enriquecedor cuando creces, aprendes a "masticarlo" y al final lo entiendes, y se deshace en la boca en un montón de sabores. Unos más ásperos, otros más suaves, y dejando un regusto agradable.