El mes pasado, un grupo político en Bélgica publicó un video deepfake del primer ministro belga dando un discurso que relacionaba el brote de COVID-19 con el daño ambiental y pedía medidas drásticas sobre el cambio climático. Al menos algunos espectadores creyeron que el discurso era real.
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etiquetas: deepfakes , problemática
Pero lo que peor me sabe es que esto va a la par con la evolución de los smartphones, que hace mucho que son literalmente ordenadores conectados a internet al alcance de crios que a menudo no llegan ni a los 10 años. Me da que no van a pasar muchos años hasta que las unidades de delitos telemáticos, pierdan una gran cantidad de tiempo rastreando y borrando de las redes toneladas de videos hechos por chavales gamberros que hayan querido poner al compañero o a la compañera de turno como protagonista de videos porno, tras un proceso que les habrá llevado apenas un par de minutos de toqueteo en la app de turno juntando apenas un par de fotos y el video a modificar.
Arrimadas vestida de cuero... ojito...