Hace no tantos años, cuando los españoles nos proponíamos viajar a otro país occidental, una de las primeras cosas que aprendíamos antes de partir era que, entre las costumbres sociales del lugar que visitábamos, estaba la de dejar propina obligatoriamente en los bares, restaurantes y cafeterías. De hecho, en ese proceso previo descubríamos que no se trataba de pagar un extra sí o sí, más o menos generoso en función de la satisfacción con la que salíamos del local, sino de una parte del precio mismo, la correspondiente al salario de los...
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etiquetas: propina , bares , restaurantrs , camarerod 
100% agree
Pero en aquellos países donde esa costumbre no es clara, el empresario no debería pagar menos esperando que lo hagan los clientes con sus propinas, y si estás vienen, pues bienvenidas sean.
Porque si son unos puto ratas insolidarios para tus semejantes no les veo soltando 20 pavos por la cara a mayores cuando tengan que pagar 100 euros de cuenta (a mejor el sitio, más propina)
Y antes de que algún pardillo lo suelte, no por pagar un sueldo de hambre a los camareros van a bajar los precios. Así que lo que están aplaudiendo con las orejas estos cenutrios es una subida del 20% a costa de sus bolsillos.
1 - Que la propina vaya a un bote y al final de la semana todo el dinero se reparta de manera más o menos proporcional entre los empleados. Con la posibilidad de que alguna mano larga pegue una mordida en alguna de las partes del proceso.
2 - Que la propina vaya a un bote y sea el jefe o el gerente el que reparta ese dinero entre los empleados y el resto del equipo, por que claro, "si él es el jefe es parte del equipo" y se ve con derecho de meter mano, o incluso de quedarse con el dinero que le dé la gana y repartir migajas, por que él lo vale.
3 - Que el bote de propinas se lo quede el jefe directamente, por que los malvados trabajadores ya tienen su grandioso sueldo y los comunistas obligan a que cobren una barbaridad de SMI. Así que no merecen propina alguna.
Y por mi experiencia vivida en hostelería los locales nuevos a veces aplican el primer supuesto, pero según avanzan los meses van mutando al 2, o al 3 en cuanto llevan cosa de un año.
Así que yo como trabajadora de hostelería os digo: No malgastéis vuestro dinero en propinas limosneras que van a parar a las rayas de un crío con pasta que piensa que está gestionando el negocio.
Ningun pais deberia de socialmente aceptar esas condiciones de trabajo.
Ahora me estoy planteando si además dejar de ir durante un tiempo a los bares como represalia hacia los dueños que no paran de bombardearnos con su propaganda.
explotadorempleadorPara esta población se crearon estos puestos, era una forma de "mendicidad laboral" porque el contratista tampoco tenía el dinero ni la necesidad de ofrecer ese servicio extra. Que esos puestos terminen siendo necesarios para la actividad laboral y que encima sigan siendo "a propina" es una perversión no algo deseable.
Una cosa es que todo el mundo robe, y otra distinta es que esté permitido robar, luego cuando venga hacienda con las rebajas metiendo rejonazos a los camareros por no declarar las propinas, los malos serán los de Hacienda que persiguen al pobre camarero y no los camareros que lleven años evadiendo impuestos.
Otra cosa distinta es mi opinión de las propinas, que si, que es verdad que los camareros cobran una puta mierda, pero las cajeras del super, también, y no les dan propinas, y en la peluquería pasa lo mismo, y un mozo de almacén que ni siquiera está de cara al público, y otros mil trabajos precarios...
¿seguro que la solución es una propina? ¿sobre todo teniendo en cuenta que seguramente vaya directamente a la economía sumergida?
El del camarero joven que hace la pelota al jefe y piensa que va a heredar la empresa. Cada noche entrarían unos 50€ en propinas, los cuales él mismo metía en un bote. Y la jefa cada dos semanas repartía 5€ de ese bote a cada empleado. ¿El resto? Se lo quedaba ella por que "se lo merecía".
Otro caso con menos gilipollas pero la misma cantidad de ladrones: Bar de fritanga de toda la vida, con mucha gente y mucha calderilla para propinas en cada mesa. Cuando llegué allí nadie me supo/quiso decir cuando se repartía el bote por que "es que es todo calderilla y que más da". Pero resulta que era habitual que del bote de propinas saliera dinero para el tabaco del jefe, o para el proveedor de las verduras.
Y en estos casos lo único que se me ocurre es que los camareros hacen la del lazarillo de Tormes. Dejo que el jefe coja dos, por que yo estoy cogiendo tres. Y a los camareros de barra y a los cocineros que les jodan.
A ver, me explico. El estado, o más bien la ley y los inspectores de trabajo deben velar por que se cumplan unas normas y unos mínimos de decencia y de calidad laboral. Pero quien debe cuidar a los trabajadores es el jefe. Primero por que son los trabajadores quienes le están enriqueciendo. Por que vale, puede tirarlos y contratar a otros iguales. Pero es que el hecho de que haya muchos trabajadores disponibles no invalida el hecho de que le siguen enriqueciendo. Así que que menos que ser agradecido con los empleados. Y por otro lado, al empleado no se le paga con palmaditas en la espalda ni con cenitas en navidad. Al empleado se le valora pagándole un sueldo adecuado, y se le respeta dándole calidad laboral en forma de facilidades, comodidades, buenos materiales, seriedad con los pagos, los papeleos y las gestiones, Y en general un buen ambiente de trabajo.
Y recordad niños: Si no te paga bien, no te valora. Si no te permite trabajar en un buen entorno, no te respeta. Y en una empresa donde ni te valoran ni te respetan, que trabaje su puta madre en patinete.
Primeros meses. El bote se abría cada semana en presencia de tres o cuatro compañeros. Cualquiera podía estar presente. Un mínimo de 25€ a la semana por trabajador. La verdad es que esos 100~120€ mensuales me hacían un apaño muy bueno.
Pasada la temporada de alegría y felicidad por estar trabajando en un sitio cojonudo el jefecito panoli con pasta y ni puta idea del negocio empezó a molestar y a apretar. Pero centrándonos en las propinas, pasó a abrirse el bote cada dos semanas. Al hacer más turnos, tener compañeros de refuerzo, más tareas y menos tiempo para realizarlas resulta que el bote lo abría y repartía el gerente de sala. Y curiosamente el bote pasó a ser de 30€ quincenales. ¡Whow! vaya pasta, decían algunos. Yo decía: "Me faltan 10€ como mínimo. Las cuentas no cuadran.", a lo que el gerente respondía: "Es por que somos más trabajando". Claro. Somos más por que entra el doble de comensales que en la temporada anterior y además abrimos más días y hacemos más turnos. Lo normal es que hubiese incluso un incremento del bote. Pero bueno, los compañeros veían sus 30€ quincenales en vez de los 20€ semanales y decían que mejor 30€ ahora, que 20€ en cualquier otro momento. Mentalidad de sharknado supongo.
Pasados otros tres o cuatro meses se dijo: "Wiii!! piruletas para todos!!! cuando cada uno se coja las vacaciones se le darán 50€urazos del bote!!" "UhUhU cuanta pastaaAaa!!". Es decir, 4 semanas de vacaciones anuales (Por que las otras 2 semanas que corresponden a los trabajadores de hostelería que no disfrutan festivos, ni las olíamos). Eso son 200€. UuUuUU Cuanta pasta!! decían los compañeros con esos 50€ en la mano y 5 días de fiesta por delante. Pero si no me fallan las cuentas, 52 semanas al año, +20€~ por semana son: Tachán tachán!! 1040€ en un año. Pero los compañeros seguían diciendo: Es que ahora me dan 50€ en vez de 20€. Y que a algunos no se les saca de ahí.
Así que eso pasa con los botes en los restaurantes "bien". En los bares "mal" ya os digo que el bote va directo al bolsillo del camarero que lo recoge, o a la nariz del jefecillo que lo roba. También se usa para cuadrar cajas que no cierran bien. Pero principalmente esos varios miles de € al año en propinas se los queda el listo de turno.