El veredicto de inhabilitación por 11 años del magistrado Baltasar Garzón cayó como un balde agua fría en diversos países del mundo, incluida Suiza donde diversas personalidades han manifestado su apoyo al juez.
Muchos hemos defendido siempre que ni la transición había sido tan ejemplar ni la democracia española era tal. Fue lo que fue porque no se dió opción de que fuera otra cosa. La cuestión es que ahora también lo dicen fuera.