El parlamento hungaro tiene previsto aprobar hoy medidas que constituyen una auténtica deriva fascista y autoritaria del gobierno: Limitar las competencias del Tribunal Constitucional, penalizar a las personas sin techo por vivir en la calle, o el llamado "contrato estudiantil", que impone a los universitarios húngaros becados por el Estado a trabajar en Hungría al menos durante ocho años en las dos décadas posteriores a la obtención del título.
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