Siete historias que empiezan por el final, pero que tienen un principio: el desahucio. Ángel Luis y Marcia, con dos menores a su cargo, no pudieron hacer frente a la hipoteca de su casa y hoy comen gracias a Cáritas. María José avaló a su pareja para comprar un piso, pero en 2008 las cuotas se dispararon, éste dejó de poder pagar, y ambos perdieron sus casas. Pilar, víctima de violencia de género, tiene una deuda de 21.000 euros con su banco.
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"La historia de María José comienzó en el año 2005, cuando tomó la decisión de avalar a su compañero sentimental en un préstamo que él pidió a la CAM (Caja de Ahorros del Mediterráneo), por valor de 157.000€. En el momento de pedirlo, él tiene embargada la nómina, además de otras deudas. Por ese motivo hasta 5 bancos les denegaron el préstamo. Sin embargo, la CAM lo concedió."
A mos venga ya... esta gente son pasapiseros suicidas, que les pillo la crisis.
Yo alucino.
Sensacionalista
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