La segunda ola del Covid-19 ya es una realidad en Catalunya y el desánimo está calando profundamente en la población. El oasis que transcurrió durante los meses estivales parece ya lejano y el confinamiento total se percibe, cada vez más, como una realidad inevitable. Los ciudadanos ya no cantan el 'Resistiré' ni aplauden en los balcones, porque ya no hay mucho que celebrar: parece que el virus va a estar entre nosotros un largo tiempo.
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etiquetas: covid-19 , medidas , restricciones , desánimo , tristeza
Miedo por perder trabajos, miedo por perder casas, miedo por coger el bicho en el metro, en el colegio, miedo por solo poder salir a la calle para encerrarte en una oficina etc etc.
La sociedad debe cambiar, ya.
#1 eso es
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Y si, ya sé que una misma persona no pudo haber vivido todo eso, pero aquí en España pasamos, una pandemia, la gran depresión la guerra civil y la posguerra del tirón. Y como dice el hombre, la gente sale adelante.
Ahora miramos al futuro con incertidumbre. No sabemos no cómo ni cuándo nos desharemos del virus, no sabemos si tendremos trabajo en unos meses, etc.
Pues eso, que es normal que cunda el desánimo. Si hubiera un plan, por muy radical que fuera, que nos asegurase que retornaríamos a la “normalidad”, pienso que estaríamos dispuestos a más sacrificios con una sonrisa y escuchando el puto Resistiré. Pero no lo hay ni se les espera.
Así, a mí me pueden encerrar lo que les dé la real gana
Caterina Gramaglia, de 42 años, una actriz de teatro en Roma, explica a The Washington Post que en comparación con la primavera, se siente menos amarrada, menos segura de qué hacer. La primera vez que cerraron los teatros en Italia para ella una oportunidad para la quietud, pero ahora siente "gran pavor y miedo". “Generalmente estamos acostumbrados a buscar y encontrar soluciones, pero ahora no sabemos adónde ir. Hay una especie de desesperación generalizada ", lamenta la actriz. Las principales ciudades de su país están viviendo disturbios cada noche debido a las restricciones impuestas por el Ejecutivo italiano.
En Alemania, las calles se están llenando de hosteleros que temen arruinarse ante las medidas del Gobierno alemán, que prevé el cierre de bares y restaurantes. En Liverpool, Inglaterra, los propietarios de los gimnasios han desafiado a la policía negándose a cerrar, explicando que sus instalaciones tenían que seguir abiertas no solo por dinero, sino también para mantener la salud mental.
En París, los medios de comunicación explican que el "ambiente era casi fúnebre" este miércoles antes del anuncio de un segundo confinamiento. Las vías de acceso a la capital se llenaron de parisinos que parecían querer huir de las consecuencias de la segunda ola.
“Habíamos predicho que habría esta segunda ola, pero nosotros mismos estamos sorprendidos por la brutalidad de lo que ha estado sucediendo durante los últimos 10 días”, Jean-François Delfraissy, inmunólogo y presidente del consejo asesor científico del gobierno francés sobre el coronavirus. respuesta, dijo a la radio RTL de Francia.
No auguro muchos "resistirés". La gente ya no tiene ánimo para esas cosas, y la desesperación está calando hondo. Puede que termines echando de menos esos altavoces.
Edit: va a ser verdad lo que dice #26...
Ya el que no quiera ver qué ese es el plan y quiera hacer más profunda la herida pues allá él, pero hay que simplemente resistir el tirón, saldremos de esta, como siempre ha salido el humano de todo
Será la zona donde vives.
Cosas que pasan.