El despido de Valentín Molina corrobora la inseguridad laboral que abunda en estos tiempos de precariedad rampante. Su empresa le despidió 48 horas después de sufrir un infarto agudo de miocardio mientras trabajaba de vigilante de seguridad, el mismo día en que finalizaba su periodo de dos meses de prueba. En su currículum constan 16 años de experiencia en el sector y el título de director de Seguridad.
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En cualquier caso, si alguien tiene sentencias que prueban que me equivoco, me gustaría verlas.
Como pudo, Valentín terminó el turno de trabajo, "al final ya sentado en un sillón paralizado por el dolor".
Por cierto, esto es lo que uno NUNCA debe hacer, poner su salud en peligro por la empresa. Ya veís como lo pagan.
STC 27/03/07 y 26/05/2008, especialmente la segunda que viene a decir que se viola el derecho fundamental a la no discriminación cuando el despido es únicamente a consecuencia de la enfermedad de un trabajador.
insisto, hay que poder probarlo, pero yo daría la pelea.