En su newsletter, Pepa Bueno reconoció que habían advertido a través de las columnas del autor su descontento. "Pero nunca vino a casa a comentarlo".“Lo expresó en dos medios ajenos en términos intolerables de desprecio personal hacia El País. Tuve claro que era el final del trayecto", escribió.
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Y mira que El País es un periódico de centro que ha publicado sus gilipolleces fachas durante cuarenta y pico años, con lo cual los lloros de viejo quejumbroso de "me echan por mis ideas y porque izquierda caca totalitarios mal" no se los traga nadie mínimamente objetivo. A ver en qué medio de comunicación privado del planeta Tierra te dejan escribir columnas y conceder entrevistas en medios ajenos insultando a tus jefes, denigrando a tus compañeros y poniendo a caer de un burro la línea editorial del medio. Buena suerte encontrando algo así, no te contratan ni el El Jueves. Seguro que en El País no lo echa de menos nadie.