Un ladrón de tornillos, que en dos años robó más de un millón a su empresa para luego venderlos en Internet. Volvía a su casa cada día llevándose consigo entre 2.000 y 7.000 tornillos. En dos años, logró robar cerca de 1,1 millones de tornillos, por valor de 110.000 euros, que luego vendía a bajo precio en un sitio de Internet.
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Bart: - ¿Prestadas, Homer?
Homer: - D'oh! Vale, vale, todas las cosas que he mangado de la oficina
"Un día más, y otra caja de bolis mangada del tajo"
El siguiente plano es del asiento de atrás del sedán familiar, lleno de boligrafos, que se han reventado.