El dinero ha servido para impulsar el crecimiento de un laboratorio del hospital Sant Joan de Déu dedicado a la investigación del cáncer en niños. La historia de las pulseras empezó cuando una voluntaria del hospital Sant Joan de Déu enseñó a hacerlas a una niña con leucemia. Ella, a su vez, mostró cómo confeccionarlas a dos amigas suyas, que empezaron a venderlas para recaudar dinero para ayudar.
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etiquetas: pulseras candela , cancer infantil , sant joan de deu
Ahora, para ayudar a combatir el cáncer hace falta que niñas vendan pulseritas.
Si estas crías hubiesen invertido en autopistas deficitarias habrían sacado miles de millones.
Qué puta mierda de gentuza. Y la mayoría tan tranquilos.
#2 A mí me arde.
Esto es muy rollo USA, ¿verdad? Gente haciendo trabajos solidarios que deberían ser competencia del estado.
#9 ya, y en usa cada uno se paga sus muebles mientras que en Catalunya tenemos otras prioridades: www.meneame.net/story/extremadura-subvenciona-hasta-1000-euros-compra-
GRANDES!!!
Menos mal que solo lo han hecho personas, así cundirá más...
Para comprarlas online: www.facebook.com/pulserascandela/?fref=ts
(vale, voy a por café...)
www.periodistadigital.com/mundo/europa/2010/09/27/la-solidaridad-de-bo
La fundación que gestionaba su hijo, hace 2 años tuvo el mismo tipo de escándalo. Por cierto, los negativos como herramienta para manifestar otra opinión van cojonudamente.
Es muy bueno ver a personas, y más a niños, tener iniciativas tan positivas. Hacen que los cínico-depresivos tengamos un poquito de esperanza.
Está guay lo de gente haciendo cosas, perk no todos sabemos/podemos, y no por ello merecemos menos. Si el gobierno hace este trabajo todo recibimos la ayuda de igual forma.
un claro ejemplo son las enfermedades raras, que a pesar de afectar a un porcentaje ínfimo, sí reciben algo de atención (si bien es una atención insuficiente).
Por otro lado, yo no reniego de la posibilidad de que alguien tenga iniciativa y logre mejores cosas. Pero el gobierno debe estar ahí siempre para respaldar a aquellos que no saben o no pueden tenerla, o la tienen y no les sale la cosa bien.
Y me parece maravilloso que se le dé la oportunidad a las niñas de hacer algo para mejorar la investigación de sus tratamientos, solo espero que no pase como con el tratamiento de la hepatitis C que, una vez descubierto y con un precio astronómico, el estado no se hace cargo y no llega a todo el mundo. La sanidad privada es y será una aberración porque en ella somos clientes y no pacientes, con el agravante de que, tal y como se hace en España, la mayoría de las veces la paga el estado y mucho más cara que si fuese pública para beneficio de los amigotes de turno.