Diego Méntrida dio una lección de deportividad al mundo durante el Triatlón de Santander. Encarando el último giro de la carrera, el británico James Teagle que ocupaba la tercera posición, se equivocaba de trayecto y seguía recto en lugar de torcer en el momento equivocado. Un error que le iba a privar de conseguir subir al podio con toda una leyenda de este deporte como Gómez Noya, ya que Méntrida, que le seguía incansablemente, conseguía por fin adelantarle.
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Todo un señor, con unos valores sobre el sacrificio y el esfuerzo, los cuales hacen que tengan siempre una justa recompensa.
#48 Si hubiera ganado, nadie podría habérselo reprochado, desde luego. No creo que haya que plantear este caso como se plantean casi todos: con un enfrentamiento entre dos formas de ver las cosas.
Por lo que debería hacerse un esfuerzo en conseguir un ley sin zonas grises (no interesa)
Si existen zonas grises y no las usas, estás en desventaja competitiva, en un mundo capitalista y altamente competitivo. Si te puedes permitir el lujo de tener una moral intachable, chapeu. Pero no todo el mundo puede permitirse eso. Exigírselo a los demás, es bastante condescendiente sin entender su situación.
Las zonas grises ya forman parte de las reglas del juego.
Hay que enfocarlo de otra manera desde mi humilde opinión.
Respecto al relativismo, ¿por qué lo odias? A mí me parece una doctrina muy lógica.