Con una población envejeciendo y otra década de deflación en el horizonte, Japón podría poner en práctica la política monetaria más radical de todas: la abolición del efectivo. La propuesta responde a la idea de que se necesitarían unos tipos de interés nominales de -4% para salir de la deflación: sin efectivo, el Banco Central podría poner los tipos por debajo del 0% , lo que podría rescatar a la economía de la espiral deflacionaria. Otras ideas extremas incluyen la creación de un impuesto sobre el dinero en efectivo. En inglés
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etiquetas: efectivo , deflación , política monetaria , yen , ciencia ficción económica
Esa propuesta se meneó en meneame.net/story/eliminacion-circulacion-euros-sorteo y meneame.net/story/mankiw-krugman-quieren-crear-inflacion-eliminando-do (aunque está amarilleada por LD)
- Varios parlamentarios del gobernante Partido Liberal Demócrata ven la propuesta técnicamente viable (aunque políticamente radiactiva) gracias a la gran difusión del dinero electrónico.
- El consumo en la sociedad japonesa está basado en el efectivo: el dinero en efectivo en circulación es el 16% del PIB, comparado con los niveles del 2% o 3% que existen en otros países desarrollados
Personalmente me parece una idea interesante, pero no es necesario llegar tan lejos, porque eliminar el dinero físico sería muy fastidioso para los gastos menudos, y también peligroso para las libertades... imaginaos tener que pagar hasta un caramelo con la tarjeta de crédito; sería un fastidio, pero lo peor es que un registro de todos nuestros gastos se parece demasiado a un registro de todo lo que hacemos, de a donde vamos, de qué libros leemos, qué películas vemos, con quien hemos estado... en fin, todo.
En cambio, la idea de incluir una fecha de caducidad en los billetes es más interesante, sencilla y práctica. Y dado que obligaría a gastarlos, sería como mínimo igual de eficaz para luchar contra la deflación.
Todo en manos de los bancos: Sodoma y Gomorra monetaria.
Por otro lado, perder tu tarjeta de crédito o identificativa te haría perder literalmente todo tu dinero y no tener ni para comprar el pan mientras no arregles el problema.
Se perdería toda privacidad, las entidades financieras sabrían que compraría y cuando compraría, información valiosa que venderían a diferentes empresas de marketing. No sólo eso, el gobierno podría rastrearme mirando mis diversas transacciones (es casi como tener un GPS en el cuello).
Luego vendrá la protesta ciudadana para parar ese asalto a la privacidad, pero los poderosos lobbys empresarios/financieros y políticos corruptos (valga la redundancia) bloquearán cualquier iniciativa de privacidad, y si algún día logra pasar, el ciudadano común tendrá que contratar mínimo un abogado, esperar varios años a que un juez le de la razón de que lo saquen de las bases de datos y otros varios años mas para que efectivamente lo saquen de las bases de datos (alegando como siempre problemas técnicos).
El dinero en efectivo no debe desaparecer. El día que desaparezca, desaparecerá tu privacidad.