El artista madrileño Ismael Alabado se ha hecho famoso no por su arte, sino por torturar grillos hasta la muerte, algo que a él le parece arte.Quiso representar la fugacidad de la vida y pegó con silicona 1.000 grillos vivos en las paredes de una sala de exposiciones de Cáceres. Su idea artística era que los insectos se fueran muriendo poco a poco por inanición para que los visitantes reflexionaran sobre lo transitorio de la existencia. Relacionada
www.meneame.net/story/cierra-polemica-exposion-grillos-tras-pedir-pres
para su próxima obra podría retransmitir el mismo mensaje (la fugacidad de la vida) quemándose lo bonzo...
Cualquier "iluminado" puede llamarle arte a cualquier cosa.
inspirado que esta uno oye
Que por cierto, si sienten dolor los grillos, los toros, o lo que sea es lo de menos, hay personas que tienen insensibilidad al dolor y no por ello sería más justo matarlos o torturarlos.
Este hombre tiene la misma opinión del arte que algunos de los taurinos.