En un rincón apartado de Extremadura hay una casa de campo absolutamente estupefaciente, como si Gaudí se hubiera metido un tripi después de ir a la sesión de noche del Sónar. Su autor no es un reputado estudio de arquitectura, sino un albañil autodidacta, don Francisco González Grajera, que cuando su hija le pidió que la casa de campo que iba a construir fuera especial, se sacó de la manga una fantasía de curvas, colores y trencadís. El Capricho de Cotrina
|
etiquetas: albañil , casa , campo
www.meneame.net/story/capricho-cotrina-increible-obra-albanil-extremen
Más que nada que en la otra aparece hasta como etiqueta "Capricho de Cotrina".