#4 Emmmm pues creo que no, en este país se dio un movimento coordinado desde sanidad para mejorar la tasa de organos disponibles y toda la logistica involucrada y si, se hizo desde la administración (de las pocas cosas buenas que se han hecho)
Y si, la solidaridad individual tambien aporta, pero aquí ha habido más cosas, no somos mas solidarios que un francés, un ruso o un japonés, nos hemos organizado por una vez mejor.
#5 En España, la ley es clara, todos somos donantes de órganos salvo que manifestemos lo contrario de manera expresa y por escrito. Aunque en la práctica se pregunta a los familiares y resulta un ejercicio voluntario, y si alguien se opone, no se lleva a la práctica la donación.
La ley señala el procedimiento, cómo certificar la muerte y la obligación por parte del facultativo hospitalario de realizar una serie de comprobaciones previas sobre la voluntad del fallecido: primero «investigar si el donante hizo patente su voluntad a alguno de sus familiares, o a los profesionales que le han atendido en el centro sanitario, a través de las anotaciones que los mismos hayan podido realizar en la historia clínica, o en los medios previstos en la legislación vigente»; y segundo, «examinar la documentación y pertenencias personales que el difunto llevaba consigo.
#14 si no decides no donar, por definición, decides sí hacerlo. (Joder, qué raro suena )
No van a tirar los órganos a un baúl una vez estés palmera. E insisto, aún pudiéndose negar, con una población pequeña en comparación con muchos países, seguimos siendo los primeros.
www.ont.es/home/Paginas/ElModeloEspanol.aspx
www.ont.es/publicaciones/Documents/modeloespanol.pdf
Y si, la solidaridad individual tambien aporta, pero aquí ha habido más cosas, no somos mas solidarios que un francés, un ruso o un japonés, nos hemos organizado por una vez mejor.
CC #5
Es una opción personal de cada cual, no una estrategia de país.
La ley señala el procedimiento, cómo certificar la muerte y la obligación por parte del facultativo hospitalario de realizar una serie de comprobaciones previas sobre la voluntad del fallecido: primero «investigar si el donante hizo patente su voluntad a alguno de sus familiares, o a los profesionales que le han atendido en el centro sanitario, a través de las anotaciones que los mismos hayan podido realizar en la historia clínica, o en los medios previstos en la legislación vigente»; y segundo, «examinar la documentación y pertenencias personales que el difunto llevaba consigo.
Eso un todos bastante laxo.
No van a tirar los órganos a un baúl una vez estés palmera. E insisto, aún pudiéndose negar, con una población pequeña en comparación con muchos países, seguimos siendo los primeros.
Al menos una buena noticia.