En junio de 2012, España enfrentaba una crisis financiera que amenazaba con hacerla colapsar. Los rumores sobre la posible ruptura del euro y las crecientes dudas sobre la salud de su sector bancario, destrozado por la burbuja inmobiliaria, llevaron al gobierno de Mariano Rajoy a pedir ayuda a la Unión Europea. Para evitar el coste político de una nefasta gestión, se prometió a la nación que el rescate no costaría un euro a los contribuyentes. Sin embargo, estas palabras eran meras promesas vacías.
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etiquetas: rescate bancario , bancos , burbuja inmobiliaria
Anda, a ver si va a ser esta ideología infecta la culpable de este desastre económico!
Hicieran lo que hiciesen, en el marco neoliberal, toda gestión conduciría al desastre
Pero como están todas pillados por los huevos, mueven todos los hilos que haga falta.
Un robo tan escandaloso como este pasa relativamente desapercibido, digo relativamente a la cantidad e impacto.
Algo muchísimo más nimio o incluso algo que sea beneficioso para la sociedad a corto o largo plazo, se corta y se le llama terrorismo.
Si fuera así alguien podría decir que nuestro muy amado y menos malo presidente tuvo su parte de responsabilidad. Y no es así, el se sentaba allí pero no era responsable de nada. Todos sabemos que la culpa fue de Rajoy y del PP.
Les interesa que la gente esté cabreada
Siempre el mismo tema, joer.