El titular del presente artículo os recordará a aquella obra de Friedrich Nietzsche titulada “Humano, demasiado humano”: nada más lejos de la realidad. Cuando casi todas las obras filosóficas de Nietzsche están situadas en la “decadencia” moral que padece Alemania, y no solo ella, sino toda la humanidad, me vino a la cabeza el título “Español, demasiado español” para hacer referencia a una idea: la decadencia del pueblo español.
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etiquetas: español , nacionalismo , capitalismo
¿No os encanta cuando un artículo os cree muchísimo más inteligente de lo que sois? Lo normal es al revés.
Vamos, que no somos agudos.
¿cuántos de aquí sabrán quién fue Nietzsche?
¿cuántos lo habrán leído?
De esos cuantos, ¿quién ha entendido algo de esas lecturas?
Los que te respondan "yo" a esa última pregunta...no lo han leído, obviamente.
posdata: me ha encatado ese sutil detalle de "os cree..."
Este artículo parece hacer apología de lo segundo, y yo estoy orgulloso de mi país, mi región (Asturias) y orígenes, aunque no por los motivos que me quieren vender.
Somos un país abierto, con una gran cultura y a la vanguardia social. Somos los primeros en cosas tan "insignificantes" como los transplante a de órganos o derechos sociales de las minorías.
Tampoco seamos gilipollas.
(Trastee un poco con Así habló Zaratrusta pero puf, como si no lo hubiera hecho).
Hay gente de izquierda que añora el enfrentamiento directo de antaño, y para cavar la trinchera necesita que alguien cave otra enfrente.
A los ultras y exaltados se les alimenta cuando se le presta tanta atención.
Yo, que soy emigrante y he votado siempre a la izquierda, sigo a la selección española porque sí, es un sentimiento, es una alegría y un orgullo. Y no solo a la de futbol, a los muchachos y muchachas del baloncesto, de atletismo o de cualquier otro deporte.
También es un orgullo cuando un científico español consigue algo, porque se visibiliza o bien el éxito en la precariedad o bien el éxito tras la emigración a lugares con más recursos pero también con más competencia. Es un sentimiento y un orgullo cuando mis compañeros en Suecia alaban la gastronomía y la cultura española, cuando un islandés que conoce bien España y sus problemas políticos me dice que en derechos civiles y en progresismo muchas veces nos parecemos más a ellos que a Francia o Alemania. Y ya ni te cuento el día que aterrizo en Madrid y mi madre me prepara un cocido madrileño (que tampoco me importaría ser asturiano eh?). Ahí el patriotismo se me sube por las nubes.
Firmado: uno que tiene máster en Filosofía.