La reforma de la Administración, presentada como una de las más ambiciosas de la legislatura, avanza con paso tímido. El Gobierno se ha propuesto hacer limpieza de entes vacíos, inútiles o que han perdido interés público, y ha empezado por lo más sencillo, anunciando la supresión de 57 organismos menores dependientes de los ministerios. Aún así, de la Administración central todavía dependen 159 sociedades, ocho agencias, 13 entidades empresariales, decenas de fondos, consorcios, fundaciones y mutuas, que completan una lista de 424 entes.
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¿El personal adscrito a los diferentes ministerios no es capaz de organizar una 'competición universitaria' y hace falta crear todo un consorcio para ello? El objetivo era crear el consorcio y remunerar altamente a enchufados, lo de la competición universitaria fue la excusa torpe que esta vez se encontró
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